Conociendo al equipo: Jorge Pousa, project manager en Francia
¿Qué significa para ti formar parte del proyecto de Inasus en el mercado francés?
Me siento especialmente motivado por trabajar en una empresa del prestigio de Inasus dentro de su sector de actividad y de poder contribuir a este grupo de trabajo con mis conocimientos, experiencia y capacidades, aportando mi grano de arena a la estructura de Inasus en Francia.
Quisiera destacar además de la gran capacidad profesional de los componentes que forman el proyecto de Inasus Francia, la calidad humana, el compañerismo y el buen ambiente de trabajo que existe, facilitando la labor de cada uno de los miembros del equipo.
Teniendo en cuenta tu conocimiento del mercado, ¿cuáles serán los aspectos fundamentales en el futuro de Inasus en Francia?
El primer objetivo que persigue Inasus en Francia es el de satisfacer a los clientes que han apostado por nuestro trabajo. Ser líderes en el mercado francés en un segmento particular como el de las fachadas pasa por desarrollar una estrategia que consiste en ofrecer un producto exclusivo y a medida cubriendo las necesidades de los clientes, siempre basados en la eficiencia y la calidad. Para alcanzar estos objetivos, Inasus tiene que continuar en su labor de ampliar y consolidar su estructura en Francia alcanzando mayor autonomía y adaptación a este mercado.
Esto pasa por apostar por activos que controlen y conozcan bien los aspectos técnicos y legales específicos del mercado francés.
En Inasus trabajamos por proyectos, para un profesional con una amplia trayectoria en el mundo de la construcción como tú, ¿cuál es la clave para conseguir el éxito de los proyectos?
El éxito de un proyecto es el fruto de la labor conjunta de un grupo de trabajo que ejerce su actividad en unión. Mantener esa cohesión entre todos los actores que interviene en un proyecto desde la concepción, el estudio y desarrollo técnico, pasando por la fabricación, logística y hasta llegar al montaje final es la clave del éxito de Inasus en un proyecto.
El carácter “familiar” y cercano que mantiene el grupo de trabajo en todos sus niveles de la estructura jerárquica y la excelente relación entre sus activos hace que cada proyecto sea un éxito asegurado.
Un gallego trabajando en Francia para una empresa gallega, ¿cómo es trabajar a medias entre dos países y dos culturas tan diferentes?
Francia, tanto por su proximidad como por su situación económica, representa una oportunidad clave para una empresa como Inasus. El proceso de globalización económica al que estamos asistiendo y la expansión internacional que Inasus está llevando en estos últimos tiempos, permite, como en mi caso, que pueda ejercer mi actividad profesional en Francia siendo integrante de una empresa gallega.
Trabajar en el extranjero es siempre una interesante experiencia personal y profesional fundamentalmente por el contacto con una cultura laboral distinta.
A pesar de que es cierto que física y culturalmente Galicia y Francia son diferentes y distantes, ese alejamiento en el entorno de trabajo en el que estoy integrado desaparece y la muestra evidente es que puedo ejercer gran parte de mi trabajo en lengua gallega.
Una de las dificultades a las que no es fácil adaptarse es la de la diferencia en los horarios. Aquí a partir de las 07h00 ya empieza a sonar el teléfono, mientras que a partir de las 16h30 resulta complicado contactar por ejemplo con un proveedor local. Aquí es habitual hacer la pausa para comer a las 12h00, mientras que en España en general esta pausa se hace a las 14h00, lo que supone que comas con el teléfono pegado a la oreja por las llamadas desde España a la vez que cuando necesitas algún tipo de información o documento desde España por la tarde tienes que esperar a las 15h00 o 15h30.
¿Qué consejos le darías a los miembros del equipo que desde nuestra sede española empiezan a colaborar en el mercado francófono?
Indudablemente la primera dificultad que los miembros del equipo se pueden encontrar es la del idioma. Hay cierta similitud entre el español y el francés, pero sumergidos en documentos técnicos de un proyecto el idioma se convierte en un verdadero enemigo. Por ello el primer consejo que daría es el de esforzarse en aprender el idioma y familiarizarse con el vocabulario técnico que se pueden encontrar en los documentos que se manejan en un proyecto en Francia. Me consta que la empresa hace los esfuerzos necesarios para facilitar el aprendizaje del francés de los compañeros poniendo a disposición profesores que en horario laboral enseñan este idioma. Este esfuerzo por aprender francés lo haría extensivo también para todos los compañeros de montaje que se enfrentan a este idioma en el día a día dentro de su entorno de trabajo.
Evidentemente otra necesidad para colaborar desde nuestra sede para los técnicos que desarrollan allí su actividad es la de tener el conocimiento y acceso a los reglamentos, normas y aspectos legales a los que están sometidos los proyectos que se desarrollan en Francia.
Más allá del trabajo, ¿cómo es la vida de un gallego en París?
Pues la vida de un gallego en París de lunes a viernes no es muy diferente a la vida en otra ciudad.
Aunque París tiene esa imagen de ciudad idílica esto no siempre se ajusta a la realidad. Sí, es cierto que es una ciudad muy bonita, con sus barrios pintorescos, y su oferta cultural, pero vivir y trabajar aquí puede resultar un poco más difícil de lo imaginado para aquellos que no conocen el día a día de la vida en la ciudad. Hay una diferencia bastante grande entre ir una semana a visitar París y vivir aquí.
El tamaño de la ciudad y el uso de la red de transporte público para trasladarse hace que se pierda una gran cantidad de tiempo en los trayectos de casa al trabajo por lo que el tiempo libre del que uno dispone se limita a los fines de semana. Como ejemplo, a mi llegada a París, cuando me incorporé a la obra del aeropuerto CDG, la duración de cada trayecto desde donde vivía al trabajo era de 1h40.
La ciudad, ofrece todo un abanico de posibilidades de ocio y actividades al aire libre, pasando por una oferta de diversidad gastronómica con restaurantes de todas las partes del mundo, gran cantidad de museos y monumentos, lo que le permite a uno satisfacer cualquier afición, pero lamentablemente en esta ciudad de lo que más se carece es de tiempo libre.